viernes, 29 de mayo de 2015

El recuerdo para la gran poetisa Alfonsina Storni

Hoy es el día para recordar a uno de los íconos de la literatura latinoamericana, Alfonsina Storni, poseedora de una capacidad única que redefinió la poesía en América Latina.
Nacida en Suiza el 29 de mayo, y debido a una difícil situación económica familiar apenas a los 11 años abandonó la escuela para trabajar, primero en el hogar y luego en una fabrica de gorras en Rosario.
Alfonsina empezó a actuar en obras de teatro en 1907, de la mano de Manuel Cordera y posteriormente en la compañía de teatro dirigida por José Tallavi, quien le ofreció trabajo luego de comprobar que Storni sabía recitar y memorizar grandes versos. Así, comenzó a viajar, escribir y plasmar obras de teatro.
En 1907 estudió la carrera de docente rural en la población de Coronda. Dicho suceso estimuló su labor creativa y fortaleció su trabajo como poetisa, al punto que, durante su graduación, fueron leídos varios de sus poemas.
Su verdadero trabajo literario empezó en Buenos Aires, allí trabajo con la revista Caras y Caretas. Si bien su trabajo literario creció, debió buscar otro alterno que le facilitara el mantenimiento económico. Trabajó en la empresa Freixas Hermanos haciendo avisos publicitarios,
Su situación económica mejoró a pesar de que en dicha empresa recibía la mitad del salario (al anterior empleado le pagaban el doble). Pudo dedicar mayor tiempo a la poesía, a viajar y a conocer a artistas como Juana de Ibarbourou, mejor conocida como Juana de América. También mantuvo amistad con los escritores José Enrique Rodó, Amado Nervo, José Ingenieros y Manuel Baldomero Ugarte. En esos años se hizo gran amiga del poeta uruguayo Horacio Quiroga.
"La inquietud del rosal” fue su primer libro publicado en 1916. En este expresa sus deseos como mujer y su situación de madre soltera. Sin embargo, recibió críticas negativas y en algunos círculos fue acusada de inmoral. Por otra parte, la publicación de este libro le abrió las puertas a grupos de escritores de la época que permitieron dar a conocer su obra. Igualmente, su trabajo en la revista Caras y Caretas la acercó a editores interesados en su trabajo
Su proceso de madurez literaria alcanzó importantes niveles. Hacia 1918 publicó "El dulce daño”. Amado Nervo, José Ingenieros y José Enrique Rodó, reconocieron su valiosa obra literaria. De hecho, Nervo publicó sus poemas en la revista Mundo Argentino.
La obra de Storni abordó el feminismo, la soledad, el amor, el erotismo, la angustia y la lucha constante que tuvo que dar durante su época, ya que fue debía enfrentarse a los señalamientos machistas por ser una mujer escritora que además era madre soltera.
La gran poetisa Alfonsina Storni se suicidó el 25 de octubre de 1938 en Mar del Plata tras arrojarse al mar. Los últimos tres años de su vida luchó contra el cáncer de mama, el cual durante el proceso médico dejó varias cicatrices en su cuerpo y en su mente. Apenas tenía 46 años

¡Adiós!
Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
-de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más! ...

lunes, 18 de mayo de 2015

Leopoldo Lugones, fundador de la Sociedad Argentina de Escritores

Leopoldo Lugones nació en la Villa de María del Río Seco,en la provincia argentina de Córdoba,un sábado 13 de junio de 1874. Los Lugones se preciaban ya de ser una familia cordobesa de antiguo linaje, su ascendencia criolla se remontaba al Perú del siglo XVI, y sus abuelos conocieron la Argentina de los primeros años de la independencia.
Desde niño Lugones convivió con los nombres de los próceres y fundadores de la Patria, familias ligadas por parentesco o amistad con la suya. Esta diferencia con los hijos de los emigrantes extranjeros, que el adoptó como un rasgo de hidalguía aristocrática, fue quizás determinante en el nacionalismo extremado que profesó políticamente.
Aprendió las primeras letras de la mano de su madre doña Custodia Arguello y de ella recibió una educación católica estricta.
Más tarde concurriría a la pequeña escuela de Ojo de Agua dirigida por Miguel Novillo donde recibió su enseñanza: ortografía, letra redonda y matemáticas rudimentarias.
Cursa el bachillerato en el Colegio Nacional de la ciudad de Córdoba, en donde destacó tanto por su aplicación como por su rebeldía. Y es en esa ciudad provinciana donde se iniciará a los dieciocho años en el periodismo y en la literatura.
Las primeras actividades literarias de Lugones se desarrollarán en el marco de un periódico liberal, Pensamiento Libre, anatemizado por ateo, anticlerical y anarquista. Es entonces cuando funda en Córdoba el primer centro socialista, y en 1898 decide instalarse en Buenos Aires.
Rubén Darío lo encontró en esos años en la capital argentina y lo describió como un muchacho bizarro de veintidós años, de chambergo y anteojos y lo definió como "fanático y convencido incontestable".
Su trabajo esporádico en distintos diarios porteños se verá reforzado por un empleo en Correos que no le durará demasiado tiempo.
Una ocupación singular: hace la crónica de sucesos en el diario La Montaña. Más tarde ingresa en el ministerio de Instrucción Pública y en pocos años accede al empleo d inspector de enseñanza media.
Su actividad política no cesa, pese a su rápido abandono del socialismo, y en 1903 apoya la candidatura del conservador Quintana para la Presidencia de la República. Para entonces ya era conocido en Buenos Aires como poeta, orador y polemista.
Revistas importantes como La Biblioteca que dirigía Paul Groussac, publican capítulos de la Guerra Gaucha y Las Montañas de Oro desde 1897, año en que nace su único hijo.
Entre 1896 y 1903 desarrolla su actuación socialista, en compañía de quienes serían también escritores importantes dentro de la literatura argentina, como el historiador Roberto Payró, Alberto Gerchunoff autor de Los Gauchos Judíos, Manuel Ugarte y José Ingenieros.
Es entonces un militante exaltado que se rebela contra el orden social impuesto por la oligarquía gobernante.
En el Ateneo de Buenos Aires lee una conferencia-manifiesto titulada Profesión de fe que es saludada como subversiva e incendiaria y el periódico la Vanguardia la describe así: "Canta a la ciencia, y a la igualdad, fulmina el dios Millón, desprecia al clero, espera de la agitación del pueblo, excita a la lucha por la idea, pinta sus dolores y predica su triunfo".
Pero es ese mismo periódico socialista el que publicará la expulsión de Lugones del Partido Socialista por inconsecuencia, medida que suscitará la protesta del escritor en nombre de los servicios prestados a la causa.
Tres años después, en 1906, Lugones hace su primer viaje a Europa tras el éxito de su primera reunión de poemas importantes Los crepúsculos del jardín.
Viaje que repetirá en 1911 después de Lunario sentimental.
Dos salidas al extranjero, obligadas en un argentino que se precie, que tienen cierto paralelismo con los dos viajes adolescentes de quién sería su mejor discípulo: Jorge Luis Borges.
Salvando las distancias, tanto en Borges como en Lugones el regreso a su país incrementa el interés de ambos escritores por los temas nacionales.
Borges al regresar publica Fervor de Buenos Aires y se interesa por la literatura gauchesca.
Lugones escribe varias conferencias sobre el Martín Fierro que constituirán su libro el Payador y publica otro sobre Sarmiento. Pero aún volverá a viajar en 1913 enviado por el diario La Nación, ya en los umbrales de la guerra mundial. Cuando muere Rubén Darío, está otra vez en Buenos Aires, es su viejo amigo y maestro al que homenajea en una oración fúnebre en la que le llama "mi hermano en el misterio de la lira"
En 1920 publica "Mi beligerancia", un libro de panfletos doctrinarios que lo aleja cada vez más del joven socialista que fue y lo acerca al incipiente nacionalismo ultra argentino, calcado del fascismo italiano y de los movimientos belicistas europeos. Pero la política no es su única pasión, Lugones se sigue interesando por la ciencia y de este interés surge su libro "El tamaño del espacio"(1921) que versa sobre la física moderna, influencia de estos estudios los veremos también en muchos de sus cuentos fantásticos que merodean la ciencia ficción. Escribe también como un simbolista tardío las páginas de "Las horas doradas(1922).
Pero el gran escándalo tendrá lugar un día de julio de 1923, cuando Lugones pronunciara una incendiaria conferencia en el teatro Coliseo de Buenos Aires titulada "Ante la doble amenaza".
La virulencia de sus palabras y el tono exaltado de sus ideas provocarán la repulsa de las fuerzas democráticas que comienzan a verle como un peligro. Los diarios más progresistas lo presentan como un nacionalista que copia los peores modelos extranjeros . El líder socialista Alfredo Palacios lo llama chauvinista.
Pese a ello sus actividades no decrecen, y mientras escribe verso, prosa o se dedica a los estudios helénicos, prosigue su campaña a favor de una dictadura derechista que llegará en 1930 con el golpe militar del general Uriburu, que acaba con el gobierno constitucional del viejo caudillo radical Hipólito Yrigoyen. Su importancia en la trama civil del golpe le trajo el rechazo de muchos intelectuales, algunos de los cuales habían sido sus amigos de juventud.
Y en el círculo de los escritores más jovenes, entre los que se encontraba Borges que no llego nunca a visitarlo, tambien se le atacaba con dureza. Era el poeta del régimen, el poeta burocrático el intelectual de la oligarquía. Pero sin embargo los jóvenes acabarán reconociendo en él al gran escritor, sobre todo tras su muerte.
Hizo falta que desapareciera el hombre que atraía la polémica, para que su obra fuera considerada con serenidad. Y decepcionado por la marcha de la historia política argentina y quizás desengañado, una vez más de sus ideas políticas, se suicida el 18 de febrero de 1938 en la habitación de un hotel en el tigre una localidad cercana a Buenos Aires. Lo hace un año después del suicidio de Horacio Quiroga, mezclando arsénico y whisky.

martes, 5 de mayo de 2015

Mario Soffici

Mario Soffici (Florencia 14 de mayo de 1900 - Buenos Aires 10 de mayo de 1977) fue un director, actor y guionista de cine radicado en la Argentina.
Nace en Florencia, pero a poco su familia se radica en la Argentina. Cuando Mario tiene nueve años se instalan en Mendoza. Su padre era joyero en el Ponte Vecchio de Florencia, pero en Mendoza tuvo que trabajar en los viñedos. Desde temprana edad jugaba a hacer teatro con títeres. En la escuela su acento italiano era burlado por sus compañeros (en la casa se hablaba italiano), y lo llamaban el rusito judío. Esto le provocó una aversión a la escuela, y le pidió a su padre que lo hiciera trabajar para no estudiar más. Así conoció la calle, pasando por diversos trabajos: vendedor de diarios, cadete de una imprenta, entre otros.
Entre los 14 y 17 años vuelve a gustar del teatro, por lo que hacía juegos de prestidigitación e ilusionismo en la calle. Ya a los 18 años pasa de actuar a dirigir a sus amigos. En 1920 viaja por primera vez a Buenos Aires, en donde fracasa, se da cuenta de su incultura, y vuelve a Mendoza. Allí debe trabajar trasladando vino en camiones, pero al poco tiempo se lo contrata nuevamente como actor. Viaja por segunda vez a la capital, pero enferma y no puede trabajar. Su situación es límite: pasa hambre y duerme en las plazas. No le queda otra que volver a Mendoza.
Fue un célebre director y actor de cine y teatro en su pais.
Como director
Noche federal (1932)
El alma del bandoneón (1935)
La barra mendocina (1935)
Puerto Nuevo (1936)
Cadetes de San Martín (1937)
Viento Norte (1937)
Kilómetro 111 (1938)
El viejo doctor (1939)
Prisioneros de la tierra (1939)
Héroes sin fama (1940)
Cita en la frontera (1940)
Yo quiero morir contigo (1941)
El camino de las llamas (1942)
Vacaciones en el otro mundo (1942)
Cuando la primavera se equivoca (1942)
Tres hombres del río (1943)
Despertar a la vida (1945)
La cabalgata del circo (1945)
Besos perdidos (1945)
La pródiga (1945)
Celos (1946)
El pecado de Julia (1947)
La gata (1947)
La Secta del trébol (1948)
Tierra del Fuego (1948)
La barca sin pescador (1950)
El extraño caso del hombre y la bestia (1951)
La indeseable (1951)
Pasó en mi barrio (1951)
Ellos nos hicieron así (1953)
Una ventana a la vida (1953)
La dama del mar (1954)
Mujeres casadas (1954)
Barrio gris (1954)
El hombre que debía una muerte (1955)
El curandero (1955)
Oro bajo (1956)
Rosaura a las 10 (1958)
Isla brava (1958)
Chafalonías (1960)
Propiedad (1962)

Como guionista
El alma del bandoneón (1935)
La barra mendocina (1935)
Viento Norte (1937)
Con las alas rotas (1938)
La cabalgata del circo (1945)
Una ventana a la vida (1953)
La dama del mar (1954)
Barrio gris (1954)
Oro bajo (1956)
Rosaura a las 10 (1958)
Isla brava (1958)
Los acusados (1960)
Propiedad (1962)

Como actor
Los muchachos de antes no usaban arsénico (1976) .... Martín
Un elefante color ilusión (1970)
Maternidad sin hombres (1968)
Una excursión a los indios ranqueles (1963)
Propiedad (1962)
Esta tierra es mía (1961) .... Anselmi
Los acusados (1960)
Rosaura a las 10 (1958)
Isla brava (1958)
Oro bajo (1956)
El curandero (1955)
Barrio gris (1954) .... don Gervasio
Una ventana a la vida (1953)
El extraño caso del hombre y la bestia (1951)
Tierra del Fuego (1948)
Calles de Buenos Aires (1934)
El linyera (1933)
Muñequitas porteñas (1931) .... Don Antonio