viernes, 24 de julio de 2015

Pedro Candioti: “El Tiburón del Quillá”

Nadador argentino que pasó a la historia como campeón mundial de permanencia en aguas abiertas, cumpliendo raids de hasta 100 h de nado ininterrumpido. Se lo conoció como “El Tiburón del Quillá”. Nació el 24 de julio de 1893.
Nacido en una ciudad rodeada por agua como lo es la ciudad de Santa Fe, aprendió a nadar a los ocho años de edad, en el arroyo Quillá (hoy desaparecido), que junto con el riacho San Francisco, formaban por aquel entonces el límite del barrio del sur de la ciudad.
En 1908 realiza su primera actividad verdaderamente deportiva al participar en varias pruebas organizadas por el Club de Regatas de Santa Fe. Fue ahí donde perfeccionó la técnica y el estilo, bajo la dirección del profesor Constancio Pizingrilli.
Por 1913, además de la natación que lo haría mundialmente famoso, practicaba fútbol, atletismo y remo.
Las estadísticas deportivas de “El Tiburón del Quillá” fueron llevadas por Domingo Pallavicini, amigo y colaborador de Candioti en muchas de sus pruebas.
Las estadísticas de Pallavicini se inician el 20 de abril de 1916 y registran las 64 pruebas realizadas por Candioti en los 30 años que le siguieron. Las primeras pruebas que fueron fiscalizadas y que corresponden al registro oficial, son a partir de 1922, lo que muestra que los primeros raids no fueron tomados en serio ni por el propio Candioti.
De todas las marcas registradas oficialmente podemos señalar los siguientes datos: entre 4 y el 5 de marzo de 1922 hizo 75 km desde Santa Fe a lago Coronda en 13 h y 34 min . Al año siguiente, del 17 al 18 de febrero, obtuvo el título de Campeón Mundial cuando nadó los 104 km que hay de Santa Fe a Puerto Aragón (provincia de Santa Fe), en 26 h y 1 minuto. En 1924 intentó el cruce del río de la Plata, nadando desde la Colonia a km 37, donde debió abandonar debido a las malas condiciones climáticas, cubriendo 29,5 km en 14 h 3 minutos. Entre el 21 y el 25 de febrero de 1925 unió Santa Fe con Rosario en 35 h, 2 min, superando por casi 9 h la marca del campeón mundial Sullivan en esos 168 km.
Entre los últimos años de la década del ’20 realiza otras proezas, pero es el año de 1930 en el cual, según su biógrafo Estol, la figura de Candioti se consolida.
Entre el 14 al 17 de marzo de 1930 realiza el raid Goya-Santa Fe, de 390 km, en 66 h, 15 minutos.
Al año siguiente, desde el 12 al 15 de marzo realiza la primera tentativa de unir Santa Fe con Buenos Aires, que finaliza en Puerto Alsina después de haber recorrido 345 km en 71 h 55 minutos.
El segundo intento lo llevó a cabo entre el 27 de febrero y el 1 de marzo de 1932, terminando en la desembocadura del río Gualeguay, con un recorrido de 355 km en 61 h 45 minutos.
Entre el 20 y el 24 de febrero de 1935 ejecuta el tercer raid que esta vez finaliza en Zárate, después de 381 km y 87 h, 19 minutos.
El cuarto raid se realiza del 21 al 24 de febrero de 1936 y finaliza en la boca del río Baradero, después de recorrer 305 km en 65 h, 35 minutos.
A partir de 1940 el proyecto de llegar a Buenos Aires nadando cambia de lugar de partida y comienza a organizar la unión de las ciudades de Rosario y Buenos Aires, unión que consigue realizar en el raid del 13 al 16 de marzo de 1946, después de nadar 75 h 18 min y de recorrer 318 km. La idea original era la de llegar a Puerto Nuevo pero fue retirado a la altura de la cancha de River en el barrio de Núñez.
Entre el 19 y el 23 de febrero de 1939, Pedro Candioti llevó a cabo la proeza que le otorgaría la fama mundial y el reconocimiento por el que aun hoy se lo recuerda; con 46 años de edad, unió las ciudades de San Javier y Santa Fe nadando durante 100 h y 33 minutos logrando marcar el record mundial de permanencia en aguas abiertas.
El 18 de febrero partió el barco Francisco Chimino, de 20 toneladas, con la tripulación que lo acompañaría en su travesía, desde el embarcadero que tenía el club El Quillá, en el Riacho Santa Fe. Candioti había salido antes en auto hacia San Javier, donde se alojó en el Hotel Internacional.
El 19 era el día estipulado para la largada. Amaneció lluvioso y se debió posponer la partida. Los miembros de la comisión directiva de El Quillá se reunieron entonces y acordaron con el director del raid largar a las 10 de la mañana, esperando que a esa hora hubiera parado de llover. Una vez que la lluvia se detuvo Candioti se tiró al agua desde el boulevard de San Javier (al año 2009 se llama Boulevard Pedro A. Candioti, en su honor). El barco partió luego de abastecerse y lo alcanzó algunas horas más tarde.
Por la noche, con el Francisco Chimino paraba su motor, y Candioti era acompañado con canciones y gritos de aliento mientras tomaba mate cocido caliente.
Una noche, desorientado el guía, comenzaron a marchar perdidos pero después de idas y vueltas de Candioti, que llegaba a nadar hasta una hora contra la corriente, se dieron cuenta que estaban bien orientados y que el río, que se había desbordado por la lluvia, se había convertido en una gran laguna.
Más tarde entraron en el arroyo Cayastá. Al poco tiempo llegaron a la laguna La Cortada y siguieron hasta la localidad de Cayastá. Al tercer era posible ya avistar las barrancas de Entre Ríos.
En la cuarta noche sin dormir de Candioti fue necesario darle café para reanimarlo.
A la madrugada del 23 de febrero entraron en Colastiné y, a las 4 de la madrugada, Candioti llegó a las 90 horas de nado superando su mejor marca que era de 87 h .
Desde ese momento, todo el barco que lo acompañaba fue ruido y música para animar al nadador para que no se durmiera. Hasta llegaron a tocarle el Himno Nacional con una armónica. Candioti seguía casi inconsciente. Tiempo después, en una lancha, llegó desde Santa Fe su hijo Julio, quien se arrojó al agua y lo alentó al grito de “¡Vamos papá!
Las 96 horas ininterrumpidas de nado se cumplieron a la altura del riacho Santa Fe, igualando el récord mundial que tenía el norteamericano Morris Kella desde 1931.
La sirena del barco Francisco Chimino anunció las 100 horas de nado. La proeza terminaría 33 minutos más tarde cuando Candioti llegó al Club de Regatas de Santa Fe, lugar que había elegido él mismo para finalizar su raid, saliendo del agua por sus propios medios. Allí fue recibido por el gobernador Manuel María de Iriondo y toda la ciudad de Santa Fe.
La vida de Pedro Candioti no se circunscribió sólo a los deportes. Además de la natación que lo hizo famoso, se hizo tiempo para estudiar y obtener cuatro títulos: fue farmacéutico, egresado de la Universidad Nacional del Litoral; profesor de química; perito químico y profesor de educación física.
Ejerció la docencia en materias afines a la química, ocupó el cargo de director en la escuela de educación física, luego en la Escuela Superior de Comercio “Domingo G. Silva”, y más tarde fue nombrado supervisor del Ministerio de Educación de la Nación.
Pedro Antonio Candioti, “El Tiburón del Quillá”, falleció 20 de diciembre de 1967

miércoles, 15 de julio de 2015

“Una emoción”, homenaje a las grandes orquestas del tango en VILLA GESELL

El próximo sábado 18 de Julio a las 21 hs en el Hotel del Automóvil Club Argentino de Villa Gesell (Av. 1 entre Paseos 112 y 113), la Asociación Cultural Geselina junto a Dandy Producciones ofrecerán el espectáculo “Una emoción” en homenaje a las grandes orquestas del tango.


Allí los artistas locales Gladys Juncal, Martha Gaeta, Patricio Pedernera, Beatriz del Campo, Gustavo Ríos, Juan Telmo, el maestro Ricardo Cieri en piano y los bailarines del Taller de Tango de Hugo Mastrángelo interpretarán clásicos de las inolvidables formaciones de la época dorada del tango a los que se sumará la cantante Gaby "La voz sensual del tango".
Un paseo por los éxitos que inmortalizaran las inolvidables orquestas de Canaro, Pugliese, Di Sarli, Darienzo, Troilo, Maderna, De Angelis, Caló, Basso, Biaggi y Varela, entre otros grandes directores que marcaron una época en la historia de la música nacional y signaron el camino de quienes continuaron en la senda del 2x4, harán de la velada una experiencia mágica, llena de nostalgia y emoción.