Alberto Williams es reconocido como uno de los músicos americanos más notables. Nació en Buenos Aires el 23 de noviembre de 1862, en el seno de una familia con orientación musical. Desde pequeño se orientó al arte y se convirtió en un notable pianista, compositor y educador. Estudió en París y regresó a la Argentina en 1882.
Escribió numerosas obras para piano y para orquesta. Su contribución a la música pasó por sus textos de naturaleza crítica, ensayística y didáctica: “Teoría de la música”, “Antología de compositores argentinos” y “Pensamientos sobre la música”, y por composiciones tales como: “El atajacaminos”, “El rancho abandonado”, “Aires de la pampa”, “Suites argentinas y la sinfonía La bruja de las montañas”.
Dirigió a lo largo de varias décadas el Conservatorio de Música de Buenos Aires, por él fundado. Fue miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes y también vicepresidente de la Comisión Nacional de Cultura. Tuvo numeroso discípulos que se destacaron en su actuar.Sus notables cualidades artísticas son reconocidas en varias publicaciones y sitios web, pero es poco conocido el apasionamiento de este intelectual inquieto por las cosas del cielo, que puede encasillarlo en un típico aficionado a la astronomía de la época. El gusto por esta ciencia se vio reflejado en su prosa al componer piezas musicales como “Estrellas dobles” o “Titilar de estrellas”.
Sus composiciones se extienden incluyen dos "Oberturas de concierto", nueve sinfonías, tres poemas sinfónicos, música de cámara, coral, canciones y más de 300 composiciones para piano. Su etapa creativa puede dividirse en 3 períodos: hasta 1890, sus trabajos estaban altamente influenciados por los modelos europeos; de 1890 a 1910 se produjo un resurgimiento del lenguaje musical argentino en sus trabajos, incluida la mayor parte de su música de cámara; y finalmente, con su segunda sinfonía en 1910, comenzó una etapa internacional de reconocimiento creativo entre sus contemporáneos.
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