lunes, 28 de enero de 2013

50 años de Rayuela

Se cumplen 50 años de la publicación de la novela de Julio Cortázar que revolucionó la literatura y escritura de la época y la convirtió en una de las 100 mejores del siglo XX. Con un total de 155 capítulos, una de las particularidades de Rayuela es la propuesta de lectura que ofrecía: la tradicional, del capítulo 1 al 56, y la del Tablero de dirección, saltando y alternando capítulos.

Cartas de Julio Cortázar a Roberto Fernández Retamar

París, 17 de agosto de 1964


Querido Roberto:

Perdóname por escribirte a máquina, pero es una costumbre de la que ya no sé privarme y que me permite ser eternamente espontáneo e ir diciendo lo que me nace de más adentro. Anoche me entregaron tu carta del 3 de Junio (¡cuánto tiempo, ya!) y me sentí tan emocionado y tan feliz por lo que me decías en ella que entré como en un trance, en una casilla zodiacal increíblemente vasta y próspera. Todavía no he salido de ella, y te escribo bajo esa impresión maravillosa de que un poeta como tú, que además es un amigo, haya encontrado en Rayuela todo lo que yo puse o traté de poner, y que el libro haya sido un puente entre tú y yo y que ahora, después de tu carta, yo te sienta tan cerca de mí y tan amigo. No sé si cuando te escribí hace unos meses para hablarte de tus poemas, supe expresar bien lo que sentía. Tú, en tu carta, me dices tantas cosas en unas pocas líneas que es como si me hubieras mandado un signo fabuloso, uno de esos anillos míticos que llegan a la mano del héroe o del rey después de incontables misterios y hazañas, y allí está condensado todo, más acá de la palabra y de las meras razones: algo que es como un encuentro para siempre, un pacto que hace caer las barreras del tiempo y la distancia.

Mira, desde luego que lo que hayas podido encontrar de bueno en el libro me hace muy feliz; pero creo que en el fondo lo que más me ha estremecido es esa maravillosa frase, esa pregunta que resume tantas frustraciones y tantas esperanzas: "¿De modo que se puede escribir así por uno de nosotros?" Créeme, no tiene ninguna importancia que haya sido yo el que escribiera así, quizá por primera vez. Lo único que importa es que estemos llegando a un tiempo americano en el que se pueda empezar a escribir así (o de otro modo, pero así, es decir con todo lo que tú connotas al subrayar la palabra). Hace unos meses, Miguel Ángel Asturias se alegraba de que un libro mío y uno de él estuvieran a la cabeza de las listas de best-sellers en Buenos Aires. Se alegraba pensando que se hacía justicia a dos escritores latinoamericanos. Yo le dije que eso estaba bien, pero que había algo mucho más importante: la presencia, por primera vez, de un público lector que distinguía a sus propios autores en vez de relegarlos y dejarse llevar por la manía de las traducciones y el snobismo del escritor europeo o yanqui de moda. Sigo creyendo que hay ahí un hecho trascendental, incluso para un país donde las cosas van tan mal como en el mío. Cuando yo tenía 20 años, un escritor argentino llamado Borges vendía apenas 500 ejemplares de algún maravilloso tomo de cuentos. Hoy cualquicr buen novelista o cuentista rioplatense tiene la seguridad de que un público inteligente y numeroso va a leerlo y juzgarlo. Es decir que los signos de madurez (dentro de los errores, los retrocesos, las torpezas horribles de nuestras políticas sudamericanas y nuestras economías semi-coloniales) se manifiestan de alguna manera, y en este caso de una manera particularmente importante, a través de la gran literatura. Por eso no es tan raro que ya haya llegado la hora de escribir así, Roberto, y ya verás que junto con mi libro o después de él van a aparecer muchos que te llenarán de alegría. Mi libro ha tenido una gran rcpercusión, sobre todo entre los jóvenes, porque se han dado cuenta de que en él se los invita a acabar con las tradicioncs literarias sudamericanas que, incluso en sus formas más vanguardistas, han respondido siempre a nuestros complejos de inferioridad, a eso de "ser nosotros tan pobres", como dices a propósito del elogio de Rubén a Martí. Ingenuamente, un periodista mexicano escribió que Rayuela era la declaración de independencia de la novela latinoamericana. La frase es tonta pero encierra una clara alusión a esa inferioridad que hemos tolerado estúpidamente tanto tiempo, y de la que saldremos como salen todos los pueblos cuando les llega su hora. No me creas demasiado optimista; conozco a mi país, y a muchos otros que lo rodean. Pero hay signos, hay signos. . . Estoy contento de haber empezado a hacer lo que a mí me tocaba, y que un hombre como tú lo haya sentido y me lo haya dicho.

Gracias por haberle mostrado a Lezama cuánto me acuerdo siempre de él y lo mucho que lo admiro. Hace tiempo que quiero escribirle, pero me intimida un poco; vuelvo a acordarme de la noche en que cené con él y lo escuché decir cosas maravillosas, como un lento volcán de palabras. Sí, él es uno de los que me llacen tener confianza en nuestras tierras, en lo que habrá de ser finalmente esa América misteriosa.

Oye, ahora quiero decirte que si es cierto que vas a escribir algo sobre mi libro, me das desde ya una enorme alegría. He leído muchas críticas, algunas justísimas e inteligentes; pero el tono que hay en tu carta, ese contacto por debajo que hay entre lo que me dices y lo que yo soy en mi libro, no lo he encontrado hasta ahora. Por supuesto, si escribes algo tendrás que pensar en el lector y tomar tus distancias; pero te has acercado tanto que cualquier cosa que digas de mi libro será siempre una vivencia, como hubiera querido el pobre Oliveira, y no una valoración de magister, de las que me llegan docenas y que yo olvido minuciosamente.

Quiero que sepas que Aurora y yo fuimos muy felices la noche en que estuviste con tu mujer en casa, y que esperamos siempre que vuelvan a Europa y podamos vernos más y mejor. Natalia Revuelta, que me trajo tu carta tan gentilmente, habló de que quizá fueras a Oriente a estudiar problemas literarios o culturales (la información era muy nebulosa, pero se mencionó el Japón y la India). Si así fuera, lo que me parecería fabuloso, supongo que pasarás por Europa antes o después, y que me avisarás con tiempo. Yo no soy divertido como contertulio, ya sabes que los argentinos estamos todos metidos para adentro y si algo sacamos a veces es las uñas (y al divino botón, diría alguien que conozco); pero si me tienes paciencia sé que podremos hablar de verdad de tantas cosas. Con ustedes, los cubanos, yo me desnudo como frente al mar; los amigos de allá lo notaron y me lo dijeron. Mira si me hacen bien, mira si tendré razones para quererlos tanto.

Dales mis afectos a Calvert Casey, a Arrufat, a Lisandro Otero, a Edmundo Desnoes, y por supuesto a Lezama. Un gran abrazo de Aurora para ustedes dos. Yo no sé cómo despedirme. Digamos que sigue en el capítulo... Pero también un abrazo muy fuerte,

Julio





París, 3 de Julio de 1965

Me divirtió mucho la historia de tu conversación con el Che en el avión. (Me divierten mucho menos los persistentes rumores que circulan en Europa a propósito del Che; espero que sean eso, rumores.) Es natural que al Che mi cuento le resulte poco interesante (no lo dices tú, pero yo había recibido otras noticias que me lo hacen suponer). Una sola cosa cuenta, y es que en ese relato no hay nada "personal". ¿Qué puedo saber yo del Che, y de lo que sentía o pensaba mientras se abría paso hacia la Sierra Maestra? La verdad es que en ese cuento él es un poco (mutatis mutandis, naturalmente) lo que fue Charlie Parker en "El perseguidor". Catalizadores, símbolos de grandes fuerzas, de maravillosos momentos del hombre. El poeta el cuentista, los elige sin pedirles permiso; ellos son ya de todos, porque por un momento han superado la mera condición del individuo.




Cartas extraídas del libro Fervor de la Argentina de Roberto Fernández Retamar © 1993, Ediciones del Sol, Buenos Aires, Argentina.

domingo, 27 de enero de 2013

Victoria Ocampo


 Nació el 7 de abril de 1890 a las 16:00 hrs. en la calle Viamonte 482 (Buenos Aires, Argentina), calle que después se llamó avenida Leandro N.Alem. Fue hija de una familia argentina rica y aristocrática, cuyos antepasados se establecieron en esas latitudes, gobernando la región desde los días de la conquista española.
  Sus padres fueron, el ingeniero Manuel Ocampo y Ramona de Aguirre de Ocampo. Fue una niña protegida en su infancia y adolescencia y se movió en un medio donde se respetaban y conservaban las tradiciones familiares.
  Desde pequeña mostró inclinación por la lectura (en inglés o en francés, especialmente en éste último), aunque nunca fue a la escuela. Sin embargo, recibió una educación muy minuciosa, ya que siempre tuvo profesoras particulares en su casa. Lo que se enseñaba a las mujeres de su clase social en esa época (comienzo de siglo) no era mucho: nociones de aritmética, ortografía, abundante catecismo e historia sagrada, algo de historia argentina, un poco de historia universal, otro poco de ciencias naturales y, además, música (piano, que era obligatorio para toda niña).
  Aquella inclinación a la lectura, unida a una notable facilidad para aprender y a una no menos notable retentiva, dio lugar a que su padre se lamentara más de una vez de que ella no hubiese nacido varón, para darle una carrera universitaria.
  El francés fue la lengua de su niñez y adolescencia, aunque su conocimiento del inglés fue perfecto y lo mismo puede decirse del italiano.
  Pocos datos tenemos de su adolescencia, ésta aparece como un cono de sombra: una joven que espera el amor, el primer contacto violento con la realidad, la muerte de su hermana Clara. Es todo lo que sabemos sobre esta etapa.
   En 1910, cuando las jóvenes no salían de su casa, y si lo hacían era para ir a misa con la mirada fija en el suelo, Victoria se bañaba en Mar del Plata, no en la playa exclusiva para mujeres, que en esa época estaba separada de la de los hombres, sino donde se le daba la gana. Bailaba tango, esa danza que para algunos "era indecencia pura", andaba a caballo con breeches y no con polleras. Además, escribía, manejaba autos y quería ser actriz, lo cual provocaba terremotos familiares.  
  El 8 de Noviembre de 1912, Victoria se casa con el profesor Luis Bernardo Mónaco de Estrada. La ceremonia religiosa se celebra en la casa de sus padres. De viaje de bodas, van a Europa, pero pocas semanas después, ella comprende que Estrada no le desagrada pero la irrita; descubre que es un hombre convencional.
  En Roma, dónde luego los lleva el viaje, ella despierta los celos de "Mónaco". Su relación se echa a perder, las peleas son cada vez más violentas, e incluso llevan a las manos. Estando casada, se enamora apasionadamente de Julián Martínez Estrada, primo de su marido, quién, tiempo después, se enamora de ella. Julián era padre soltero.   
  Una carta anónima denuncia las "relaciones" de Victoria y Julián. Mónaco Estrada enloquece. Esta carta, cuyos primeros efectos son devastadores, es también benéfica, ya que le proporciona el medio de ponerse en contacto con el primo de su esposo.
  Cuando regresan a Buenos Aires, ella y Mónaco no dormían juntos y ya ni se hablaban. No se separaron de inmediato, pero el matrimonio era sólo ficción. Victoria y Julián comienzan a verse a escondidas, en casa de él.
  En 1916 conoce a José Ortega y Gasset, un filósofo español quien ayudó en la fundación de la revista Sur.
  En 1920, Victoria se va a vivir sola, en un departamento situado en la calle Garay, cerca del parque Lezama. Dieciocho años duró la pasión; luego comenzó a entibiarse. Según su propia confesión, nunca tuvo un amor semejante.
  En 1930 fundó una revista de ideas y cultura; la revista Sur. La primera edición apareció en Buenos Aires el 1° de enero de 1931, y se editó durante cuatro décadas.
  En 1933 fallece Luis Bernardo Mónaco Estrada, su odiado esposo.Victoria, ya viuda, comienza a escribir sus "Testimonios".
  En 1936 Victoria es elegida presidente de la "Unión de mujeres argentinas". El fin de esta unión, era luchar con la reforma de la ley de 1926, sobre los derechos de las mujeres casadas. A partir de esta fecha, la unión de mujeres no dejó de luchar por el mejoramiento de la condición femenina en Argentina. Sin embargo, Victoria renuncia en 1938.
  En 1939, entre Victoria, una mujer de 49 años, y el sociólogo Caillois, 22 años menor que ella, surge una verdadera pasión.
  En 1944 Victoria asume la presidencia de un comité encargado de recaudar fondos, para Francia y sus artistas.
  En 1946, Victoria reanuda sus temporadas en Europa para escapar del clima político que había en Argentina. En su paso por París recibe un homenaje de los escritores franceses por la ayuda en su favor durante la guerra.
  El antiperonismo de Victoria la llevó a la cárcel en 1953, acusada de guardar en su casa marplatense, armas para los enemigos del régimen. Tenía 63 años. La enviaron al Buen pastor, un instituto para prostitutas.
  En 1955, Victoria Ocampo, que no ha previsto la caída del peso y ha invertido fuertes sumas en Sur, se ve obligada a reducir notablemente su nivel de vida. A los sesenta y cinco años, está casi arruinada en relación con su modo de vida anterior. Debe renunciar en parte a sus viajes, limitar sus gastos personales y tener presente el valor real del dinero. No se jacta de ello y sólo confía sus dificultades económicas a los más íntimos. A Gabriela Mistral, tras declinar una invitación que le hace en 1956, le confiesa la pérdida neta de 85.000 pesos de Sur en su 25° aniversario.
  En 1960 Victoria supera la barrera de los setenta años. La vieja dama se mantiene activa y sigue atentamente la vida literaria, siempre a cargo de la responsabilidad de Sur.
  1962, es un año muy extraño en la vida de Victoria, un año negro marcado por la pérdida de seres queridos, pero también un año feliz, con condecoraciones y homenajes. Además, en este año, el gobierno argentino ofrece a Victoria Ocampo el cargo de embajadora en la India, pero no lo acepta invocando su avanzada edad, y por temor a cambiar sus hábitos de vida.
  En enero de 1973, Victoria dona a la UNESCO sus casas de San Isidro (con su mobiliario y sus colecciones) y de Mar del Plata.                                                                                                       
  Para una mujer que amaba la vida como Victoria; que amaba el mundo y todo lo que éste le dio; que conoció tanta gente a lo largo de su vida; para una mujer cargada de años y de amigos, y a quien la carga de años ha ido, a su vez, cargándola de muertos, la muerte no puede dejar de ser un tema siempre presente. Sin embargo, para ella, la muerte significaba una partida, un viaje a otro lugar para seguir mirando las mismas cosas desde otro ángulo que tiene mucho de misterio... esto le ayudó a superar más fácilmente la muerte de sus seres queridos.
  Victoria Ocampo muere el 27 de enero de 1979.

martes, 22 de enero de 2013

Francisco Ramírez “El caudillo enamorado”


El 13 de marzo al cumplirse el 227 aniversario del nacimiento del supremo Entrerriano en la sede central del CEIN (Centro de estudios de los intereses Nacionales) se va a presentar el libro Francisco Ramírez “El caudillo enamorado” escrito por Jose Valle,con diseño de tapa efectuado por el afamado pintor y fileteador Pedro Araya.
Francisco "Pancho" Ramírez, Caudillo entrerriano, llamado El Supremo por sus camaradas -quienes lo consideraban único líder y guía- fue uno de los primeros líderes del federalismo provincial contra el unitarismo y la dominación de Buenos Aires.
Hombre simpático y completamente enamorado de su Delfina, cautiva portuguesa que lo acompañó incondicionalmente -incluso en la lucha armada-, Ramírez, en sólo tres escasos años que duró su deslumbrante carrera logró imponer su nombre por las Provincias Unidas e inmortalizarlo en la historia como un ejemplo de humanidad, convicción y valentía.
En medio de tremendas luchas jamás cometió un atropello, no incurrió en crueldad, en codicia o prepotencia. Cuando ejerció el poder supremo de la "República de Entre Ríos", se preocupó de crear escuelas, montar las bases de una administración pública que duraría muchos años y defender sinceramente el patrimonio de sus gobernados.
Este libro es un repaso de su vida, la historia de su querida provincia y el relato de un amor apasionado cuyo protagonista muere a los 34 años de edad defendiendo a su hembra en el momento más alto de su ambición y su gloria.
La República de Entre Ríos no sobrevivió a Ramírez. Pero el legado del Supremo sí, por eso, aún después de mas de 200 años, sigue siendo motivo de asombro y admiración.

sábado, 19 de enero de 2013

Los libros más vendidos en el verano


El verano es el momento donde muchas personas deciden dedicar un momento a la lectura. A su vez, las editoriales lanzan su artillería más pesada, e incluso llegan a preparar catálogos especiales.
Otro suceso curioso sobre el verano y la literatura es que ciertos títulos o géneros asoman a la superficie por estos tres meses y luego desaparecen, como los animales en período de hibernación.
Infobae.com consultó a distintas librerías de la costa argentina, con el fin de poder enumerar los libros más deseados para leer en vacaciones. Dichos títulos son los siguientes:
Cincuenta sombras de Grey (Grijalbo), la primera parte de la trilogía erótica escrita porE.L. James, que generó un boom de ventas en todo el mundo. Sin embargo, también ha sido criticada por algunos lectores por sus múltiples coincidencias con otra exitosa saga en ventas, Crepúsculo.
El manuscrito encontrado en Accra, de Paulo Coelho (Grijalbo). El autor delAlquimista y de Veronika decide morir, regresa con esta historia ambientada en el año 1099, cuando Jerusalén se prepara para la invasión de los cruzados. De tinte filosófico, el libro abarca temas clásicos como el amor, la lealtad y el miedo.
Economía a contramano, de Alfredo Zaiat (Planeta). El economista y periodista brinda sus puntos de vistas sobre los temas económicos que son eje de las políticas públicas, como las estadísticas, la compra de dólares, la inflación y el rol del Estado en la economía.
Cerati en primera persona, de Maitena Aboitiz (Ediciones B) es una recopilación de entrevistas brindadas por el músico, donde se intenta reconstruir el pensamiento y la búsqueda musical de uno de los artistas más notables de la Argentina.
Otros textos mencionados por los libreros como los más vendidos son: Una vacante imprevista, de Joanne K. Rowling (Salamanda), El Libro de los placeres prohibidos, de Federico Andahazi (Planeta), Lanata, de Luis Majul (Planeta), y los títulos de astrología que nunca faltan a comienzo de año, como los de Horangel y Ludovica Squirru.

Recomendaciones
En el caso de que todos estos libros no terminaran de seducir al lector, Cultura YA consultó a distintos escritores y personalidades de la cultura, con el objeto de contar con otras opciones. Pues, quien se encuentre con un buen libro, a diferencia de los amores de verano, encontrará un amor para toda la vida.
Gonzalo Garcés (El miedo, Random House Mondadori) aconseja: "Para el verano recomiendo leer historia. El placer de leer sobre batallas sangrientas, conspiraciones, debacles económicas, caídas de imperios, viene de la sensación de estar a salvo: todo eso paso, pero vos estas en tu sillón leyendo. En la playa o en el campo, incluso en el balcón de tu departamento en verano, la sensación se acrecienta. Te sentís indestructible. Libros recomendados: Decadencia y caída del imperio romano, de Edward Gibbon;Vida de Jesús, de Ernest RenanMemorias de Guerra, de Charles de Gaulle."
Oliverio Coelho, autor de Un hombre llamado Lobo, entre otros, afirma: "Recomiendo para el verano la lectura de libros voluminosos. En lo posible, novelas en varios tomos, como En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. O La historia de mi vida, deGiacomo Casanova, que puede leerse como una novela, y además predispone a cualquier víctima del calor para actividades de seducción.”
En relación con este tema, el periodista y escritor Juan Terranova, autor de Música para rinocerontes, sostiene: "Yo estoy releyendo No alimenten al troll, de Nicolás Mavrakis. Lo recomiendo enfáticamente. Va por afuera de la fría y torpe ecuanimidad de la literatura argentina actual."
Por su parte, el crítico cultural Daniel Molina dice: "Yo recomendaría poesía: Hojas de hierba, que recoge toda la poesía de Walt Whitman (o, al menos, su sección más conocida: Canto a mí mismo). Whitman es un poeta oceánico, tumultuoso, inmenso. Es el poeta de la democracia rebelde y de la vida en estado de incandescencia y diversidad. Como dice en su poema: quien toca este libro toca una vida, toca una persona, se hace
un amigo."
Por último, Martín Kohan, autor de Ciencias morales (Premio Herralde de Novela 2007), concluye: "Considero que lo mejor es destinar para las vacaciones los libros más arduos, más exigentes, más extensos, más complicados. Es decir, los que van a exigirnos más tiempo de lectura y más poder de concentración como lectores. Aliviados de las obligaciones y de las interrupciones que estropean nuestra existencia de lectores a lo largo de todo el año, tendremos durante las vacaciones la ocasión de entregarnos a esa clase de libros que trascienden la ligereza del entretenimiento sin desafíos. Y si las vacaciones que uno practica dificultan o directamente impiden el goce de la lectura más laboriosa, mi sugerencia es cambiar de vacaciones."

viernes, 18 de enero de 2013

“Tesis sobre un homicidio”, un duelo de mentes brillantes por Viviana Cipolla


Se trata de la última película de Ricardo Darín, un nuevo thriller protagonizado por el actor argentino más aclamado y exitoso de nuestro cine en los últimos años. Todas sus participaciones en el séptimo arte son una cuota de calidad y sus productos suelen tener una aceptación favorable tanto por el público como por la crítica.
En esta oportunidad, lo acompañan Arturo Puig, Calu Rivero (su primera incursión en la gran pantalla) y el actor español Roberto Ammann. La dirección está a cargo de Hernán Goldfrid (Música en espera). Rodada en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, sus pasillos, aulas, calles y cafeterías, son ahora parte de nuestro universo cinematográfico, cotidiano y familiar.
Roberto Bermúdez (Darín) es un abogado de 55 años y de reconocida trayectoria, que desde hace un tiempo se dedica exclusivamente a la docencia en la Facultad de Derecho de la UBA.  También escribe libros y dicta un Seminario sobre Derecho Penal. Asimismo, producto de los años de ejercicio y el cansancio de su profesión, se encuentra algo desilusionado con respecto a la aplicación de la ley y la construcción de la justicia. Divorciado de su mujer, sus jóvenes y entusiastas alumnas, quienes a su vez lo veneran y respetan, son su debilidad y el centro de descargo de su energía libidinal.
En uno de sus cursos se encuentra Gonzalo, un flamante abogado, brillante y muy bien educado, hijo de un diplomático español y amigo de Roberto, que profesa una gran admiración hacia él, pero que al mismo tiempo, se anima a  cuestionarlo y desafiarlo.
El núcleo de la historia se afirma cuando se descubre el cadáver de una alumna en el estacionamiento de la Facultad, muy cerca de donde Roberto se encuentra dictando su seminario.  Al acercarse a la muchedumbre y observar el cuerpo ultrajado y sin vida,  Bermúdez asume el caso casi como un desafío personal. Por sus años de experiencia, él puede leer en el cadáver, pistas y huellas que la policía, a simple vista no comprendería.  Siente como si el asesino – alguien a quien cree conocer - le estuviese enviando una invitación a involucrarse en la investigación. Pronto aparecerán sus sospechas y sus estrategias para descubrir al homicida y ganar esta última batalla.
Mientras tanto, nuestro protagonista se entusiasma sentimentalmente con una joven (Calu Rivero), que es también la hermana de la víctima. En búsqueda de respuestas y nuevas pistas, comenzarán un vínculo, algo retorcido, que complica la investigación, tornándola violentamente peligrosa.
“Tesis sobre un homicio”. Crímenes, abogados, pistas, teorías y cavilaciones,  es imposible no encontrar en esta obra nacional, ciertas reminiscencias  de “El secreto de sus ojos”. Comparten protagonista y temática, no así la riqueza y la dulzura del resto de sus personajes secundarios. Es un buen producto, un thriller inteligente, creado con enorme profesionalidad y respeto hacia el público. No está a la altura de su predecesora, pero al igual que ésta, invita a reflexionar y abrir bien los ojos. Vale la pena darle una oportunidad a esta nueva propuesta del cine argentino.

miércoles, 9 de enero de 2013

BAHIA BLANCA NO OLVIDA, HOMENAJE A CARLOS DI SARLI


Al cumplirse 110 años del nacimiento del compositor bahiense se colocó una placa en el busto de la plazoleta de 12 de Octubre e Yrigoyen. Las actividades se multiplicarán en el año.

 Se realizó en Bahía Blanca la colocación de una Plaqueta Homenaje en homenaje al compositor Carlos Di Sarli, a 110 años de su nacimiento.
     Realizada por el afamado artista fileteador Pedro Araya, se la puede apreciar en el busto del autor del tango Bahía Blanca , emplazado en 12 de Octubre e Hipólito Yrigoyen, luego del acto que encabezaran el productor José Valle, coordinador del ciclo "Bahía Blanca no olvida", Guillermo Goycoechea en representación del Instituto Cultural de nuestra ciudad y Marta Susana Duca de Di Sarli, sobrina nieta de Carlos Di Sarli.
     La cantante de tangos Gaby "la voz sensual del tango", fue la encargada de conducir el homenaje y de anunciar parte del cronograma de actividades que se realizarán este año en el marco del programa que promueve Dandy Producciones.
     Se anticipó, de este modo, la realización de la 2º Edición del Ciclo "Cuenta Conmigo", que contará con nueve fechas de marzo a noviembre, en la tanguería de Brandsen 550, dedicado a los nuevos valores de la música local, la presentación del documental Carlos Di Sarli, el señor del tango , dirigido por Alberto Freinquel y producido por José Valle, que será exhibido en el Teatro Municipal para el Aniversario de Bahía Blanca, en una función de gala donde estarán presentes la viuda del maestro y sus dos hijas.
     Gaby destacó, además, la reiteración de las Jornadas Gardelianas --del 20 al 24 de junio-- dentro de las cuales se colocará la cuarta "Baldosa que no olvida", en homenaje al cantor Roberto Achával, con muestras de espectáculos, charlas y la disputa de la Copa Carlos Gardel de fútbol, con la posible participación de los equipos Olimpo y Villa Mitre. Se trataría del primer Trofeo Carlos Gardel que se dispute en la historia del fútbol.
     Finalmente mencionó el Tercer Festival Nacional de Tango de Bahía Blanca Carlos Di Sarli, del 2 al 6 de octubre, con espectáculos musicales, conferencias, muestras de arte, la elección de la 1º Reina Nacional del Tango, el retorno de los restos de Roberto Achával a su ciudad natal y presentación del libro biográfico del cantor whitense Roberto Achával. El último cantor de Pichuco.
Además.
- "Hace 100 años...", conferencia sobre hechos y personajes del tango con historias de vida y eventos relevantes a un siglo de distancia, en marzo.
- Tándem "Homenaje a Charlo": en julio, se recordará al escritor, compositor, pianista, cantante y actor Carlos José Pérez de la Riestra, más conocido como Charlo, nativo de Puan.
- Homenaje a Aníbal Troilo en el 99º aniversario de su nacimiento, con proyección de un documental realizado por el periodista Gabriel Soria, acompañado de un espectáculo musical, también en julio.
- Musicales a total beneficio de la Biblioteca Rivadavia.
- Homenaje a la radio y la música popular argentina (tango y folklore), celebrando un nuevo aniversario del medio en el Congreso Nacional y la Ciudad de Bahía Blanca. En julio-Agosto)
- Homenaje a las Mujeres del Tango "De Tita a Eladia". Espectáculo musical que evocará a las más relevantes cancionistas de la música ciudadana con artistas locales y nacionales.
- Homenaje a Juan Carlos Cobián a 60 años de su partida con espectáculo musical en la ciudades de Pigüé-Bahía Blanca-Buenos Aires, en el mes de diciembre.
- Continuarán, mientras tanto, las visitas de Gaby a los jardines de infantes, para realizar charlas educativas acerca del tango.

martes, 8 de enero de 2013

Ciclo de 10 filmes franceses inéditos en La Lugones


Diez películas de la reciente cinematografía gala que no tuvieron exhibición en la Argentina se reúnen en el ciclo Cine francés inédito que desde el 29 de enero hasta el 10 de febrero se desarrollará en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Corrientes 1530).

Organizado por el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, con el auspicio y la colaboración de la Embajada de Francia, el ciclo reúne películas estrenadas en 2009, 2010 y 2011, muchas de las cuales pasaron por importantes festivales internacionales pero sin estreno comercial en el país.

La agenda arranca el martes 29 con "Todos al Larzac", de Chirstian Rouaud y continúa el miércoles 30 con "Uno empieza, otros te siguen", de Léa Fehner, película se llevó el César a la Mejor Opera Prima de 2009 que otorga la Academia de Cine Francés.

El viernes 1 se exhibe "Juntos es demasiado", de Léa Fazer, protagonizada por Nathalie Baye, Pierre Arditi, Jocelyn Quivrin y Eric Cantona; mientras que  el sábado 2 se verá "Manos arriba", de Romain Goupil con Valeria Bruni Tedeschi, Hippolyte Girardot, Linda Doudaeva, y Jules Ritmanic.

El domingo 3 y lunes 4 se exhibe "Persecución", de Patrice Chéreau, con  Charlotte Gainsbourg, Romain Duris y Jean-Hugues Anglade, filme que formara parte de la Competencia oficial del Festival de Venecia.

"Una ejecución ordinaria", de Marc Dugain, se proyectará el martes 5 y el miércoles 6 se verá "Bella espina", de Rebecca Zlotowski, que tuvo su premiere en el Festival de Cannes y ganó el Premio Louis Delluc a la mejor opera prima.

Los últimos filmes del ciclo son "La familia Wolberg", de Axelle Ropert(jueves 7), "Un veneno violento", de Katell Quillévéré (viernes 8 y sábado 9) y "Un hombre que grita", de Mahamat-Saleh Haroun(el domingo 10). 

jueves, 3 de enero de 2013

HOY CUMPLE 72 AÑOS DANIEL TORO....!!!



Daniel Cancio Toro, conocido como Daniel Toro nacio en Salta el 3 de enero de 1941 hoy cumple 72 años., es un cantante y compositor, que se destacó en la ejecución y composición de música folklórica de la Argentina.
Daniel Toro es un prolífico compositor que se estima ha compuesto más de 1000 canciones, entre ellas varias que se han vuelto clásicas del cancionero argentino y latinoamericano como Para ir a buscarte y Cuando tenga la tierra (con Ariel Petrocelli),Zamba para olvidarte, Mi mariposa triste, Este Cristo americano, Nostalgia mía,Pastorcita perdida, Zamba de tu presencia, El antigal (con Lito Nieva y Ariel Petrocelli),Mi principito (con Néstor César Miguens),. A los 17 años compuso Para ir a buscarte con el poeta Ariel Petrocelli, con quien compondría luego otras importantes canciones como Cuando tenga la tierra y El antigal.
Desde 1959 integró varios conjuntos folklóricos como Los Tabacaleros, Los Forasteros, Los Viñateros y Los Nombradores. En 1966 inició su carrera solista y en 1967 obtuvo un impresionante éxito en el Festival de Cosquín, donde recibió el premio Consagración.
En los años siguientes Daniel Toro publicó varios álbumes de mucho éxito popular, cultivando un estilo cercano a la balada romántica. Por esa razón los tradicionalistas del folklore lo criticaron. El estilo juvenil y popular del folklore que Daniel Toro cultivó en los '70, fue precursor del folklore de los '90, a través de intérpretes como Soledad, Los Nocheros o Luciano Pereyra. En la contratapa de su álbum Canciones para mi pueblo, Toro contesta esas críticas del siguiente modo:
"Para aquellos que duden de mi proyección eterna como folklorista tal vez les basten mis bagualas y mi rostro (escuchadas unas, observado el otro con atención y detenimiento) como ejemplos concretos que demostrarían el error sostenido. Pero a varios no les serán suficientes. Como resultaría difícil conformarlos aquí va una pintoresca anécdota: en una reunión del ambiente artístico en Buenos Aires se acercó a saludarme el actor cómico José Marrone, popular en el ambiente por sus frases satíricas. Al estrecharme la diestra dijo a gritos:

-"Este grone lleva el país en la cara!!!".

Desde ese "país", indio y moreno, quiero lanzar el torrente de mi hurgar en todos los cancioneros sin desprestigio para mi condición de artista nativo".
Daniel Toro (Canciones para mi pueblo, 1971)
Durante la dictadura militar implantada en 1976 Daniel Toro integró las listas negras y sus canciones fueron prohibidas. En esa época, para evitar la censura, utilizó el seudónimo de Casimiro Cobos. En ese período sufre en 1979 un cáncer de garganta que lo hace perder la voz. Por esa razón debió dejar de cantar muchos años, hasta que volvió al escenario en 1999.
Daniel Toro sin embargo no dejó nunca de componeterpr y con posterioridad a su enfermedad compuso canciones memorables, como Nostalgia mía, Pastorcita perdida yZamba de tu presencia, entre otras.
El 27 de septiembre de ese año el Congreso de la Nación realizó un reconocimiento público de la importancia del músico para la cultura popular argentina y de su esfuerzo por superar la adversidad.
En 2002 se realizó un tributo a Daniel Toro, en el Teatro Astral de Buenos Aires, en el que artistas como Los Fronterizos, Los Nocheros, Zamba Quipildor, Ariel Petrocelli, Abel Pintos, Yamila Cafrune, el Chango Nieto y sus hijos Facundo, Carlos y Claudio Toro, entre otros, interpretaron sus canciones y muchos artistas populares  las llevaron al disco.

El dandy y la diva del canto


Mucha gente se acercó aquel sábado 29 de abril de 1907 a la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, construida en 1567 en el Chiado, el barrio céntrico de Lisboa, para ver de cerca una boda que prometía ser fastuosa.
Se casaba Regina Pacini, la soprano ligera que era ídolo de los melómanos portugueses desde que, a los 17 años –casi dos décadas antes– había debutado en el Teatro Real de San Carlos, el coliseo operístico de Lisboa. Lo de Regina había sido debut y consagración: en la sala estaba la reina de Portugal, doña Amalia. Regina cantó La sonámbula, de Vincenzo Bellini, y el teatro se vino abajo. Del novio, en cambio, se sabía poco. Sólo que era un tal Alvear, millonario sudamericano. A las nueve en punto de la mañana se abrieron las puertas de la sacristía y una pareja avanzó hacia el altar. Pero, ante el desconcierto general, quienes aparecieron fueron... una criada y un agente de policía, rojos de vergüenza ante aquella multitud. ¿Qué había pasado? ¿Dónde estaban la prima donna y su novio potentado?

Marcelo Torcuato de Alvear y Regina Pacini se habían casado a las siete de la mañana, cuando la iglesia estaba desierta. Con aquella ceremonia casi clandestina culminaba (o quizás empezaba) una historia de amor que iba a desafiar varios tabúes de la sociedad argentina.

Ella había sido llamada Regina por haber nacido el Día de Reyes de 1871. Vino al mundo en la rua de Loreto. Era hija de una andaluza, Felicia Quintero, y de un italiano, Pietro Pacini, director escénico del Real de San Carlos y autor de noventa óperas. A los dieciséis años tenía una voz de cristal. Su carrera fue imparable y conquistó todos los baluartes de la lírica: se rindieron al hechizo de su voz el Liceo de Barcelona, la Scala de Milán, la Opera de París. En el Covent Garden de Londres cantó Lucía de Lammermoor con Enrico Caruso. Aunque no fuera muy agraciada, quisieron casarse con ella millonarios y militares rusos, polacos, suecos. A todos les dijo que no, porque quería dedicarse a su carrera, y lo hizo.

El primer Alvear, bisabuelo de Marcelo Torcuato, había llegado a Buenos Aires en el siglo XVIII. Su abuelo, el general Carlos María de Alvear, era héroe de la independencia. Su padre, Torcuato de Alvear, había sido intendente de Buenos Aires durante la primera presidencia del general Julio A. Roca. Marcelo Torcuato, nacido en 1868, era un joven alegre, expansivo, dicharachero. Se recibió de abogado sin problemas. Era aficionado a las parrandas, a las coristas, al goce de la noche. Un auténtico "niño bien". Su fortuna era inmensa. No solamente la que le había legado su padre, sino la que había obtenido de su madre, Elvira Pacheco, hija del general rosista Angel Pacheco. El efectivo de Alvear a comienzos del siglo XX rondaba el millón de pesos. ¡Un millón de pesos del año 1900!

Todo llevaba a Alvear a convertirse en un político de la oligarquía. Sin embargo, en 1890, un grupo de amigos, estudiantes de clase alta, entre los que estaban Carlos Rodríguez Larreta, Angel Gallardo y Octavio Pico, disconformes con el mediocre gobierno del presidente Miguel Juárez Celman, participaron en la Revolución del Parque, que fue el bautismo de fuego de la naciente Unión Cívica Radical. En esas jornadas de lucha, Marcelo trató al fogoso tribuno Leandro N. Alem y a un político de la parroquia de Balvanera, dieciséis años mayor que Marcelo y que iba a ser importante en su vida: Hipólito Yrigoyen. Alvear quedó marcado por aquella algarada juvenil y, con esa lealtad que le reconocen hasta sus detractores, se convirtió en militante de la nueva causa, lo que le acarreó disgustos, e incluso cárcel.

1889. Uno de los primos de Marcelo (el melómano Diego de Alvear) había escuchado a Regina Pacini en el Solís de Montevideo y le elogió a Marcelo la voz maravillosa de la jovencísima soprano ligera portuguesa. Allí estaba Marcelo en su palco del Politeama. Alto, bien plantado (era un deportista cabal, de la estirpe de los Duggan o los Newbery), con unos bigotes mosqueteriles. ¿Qué sintió Marcelo cuando escuchó a Regina cantar El barbero de Sevilla? Debió de ser algo muy fuerte. Dicen que cada vez que él la escuchaba en un escenario, los ojos se le llenaban de lágrimas. Esa misma noche se enamoró perdidamente. Le mandó varias docenas de rosas rojas y blancas y una pulsera de oro y brillantes. Regina, acostumbrada a los desbordes de sus admiradores, le devolvió la pulsera y partió de regreso a Europa. Pero Marcelo no dejaría escapar esa presa. Para él, viajar a Europa era como ir al café de la esquina. Empezó a recorrer los mejores teatros de Madrid, París, Londres, Montecarlo, Budapest, Odessa, y llenaba los camarines de Regina Pacini con miles y miles de rosas rojas y blancas.

PREJUICIOS DE CLASE

En las fiestas de las embajadas argentinas y en los salones de la aristocracia europea a los que ambos tenían acceso (él por su origen y ella por sus triunfos artísticos), Regina y Marcelo se fueron conociendo, quizás intimaron. En 1901, Regina volvió a Buenos Aires, esta vez para cantar en el teatro San Martín de la calle Esmeralda. En 1903, Marcelo, tras haberla seguido por medio mundo, se declaró y ella le dio el sí, pero puso como condición cantar cuatro años más.

Porque él, como no podía ser de otra manera en aquella época, le exigió que una vez casada dejara de cantar. Cuando finalmente se fijó fecha para la boda, la noticia consternó a la aristocracia argentina. ¡Aquella portuguesa fea y bajita había enganchado al soltero de oro, al mejor partido del país, por el que suspiraban las más bellas herederas, chicas de las familias Peña, Anchorena, Alzaga!

La resistencia sorda de la sociedad porteña a aceptar a la Pacini (extranjera y, lo que era entonces un pecado imperdonable, artista) afloró en su segunda visita, cuando ya Marcelo no ocultaba su amor. Días antes de la boda, quinientas personas de su clase social le enviaron un telegrama al novio pidiéndole que "recapacitara". Marcelo lo recibió durante la despedida de soltero, en París, y se deprimió mucho. La fiesta se convirtió en un velorio. También Felicia estuvo en contra de la boda porque no quería que su hija dejara de cantar. La tirantez entre suegra y yerno duró toda la vida.

La ceremonia secreta en Lisboa fue una bofetada a los prejuicios de clase. Debe pensarse lo que significaba la familia Alvear. Aunque don Torcuato y doña Elvira ya habían muerto, los hermanos de Marcelo (uno de ellos, Carlos, era entonces intendente de Buenos Aires), sus numerosos sobrinos, primos, tíos y tías conformaban la elite social de Buenos Aires, que quedaba así excluida de participar en una ceremonia de alto valor simbólico.

La noche de bodas transcurrió en el Royal Hotel, en Estoril, la ciudad del aire perfumado. La suite nupcial estaba llena de rosas y en el fonógrafo sonaba L’elisir d’amore cantado por Regina. El le hizo un regalo de bodas fabuloso: Coeur Volant, un castillo normando en Versailles, cerca de París. La pareja lo amuebló con refinamiento y lo habitó por largos años. La mejor habitación, con un piano y un atril, era como un teatro en miniatura. Desde entonces, ella cantaría para una sola persona: Marcelo. Los pocos discos que habían registrado su voz, la propia Regina los retiró de circulación. ¿Sacrificó ella su carrera? En todo caso, cantó profesionalmente durante veinte años, y si bien se retiró en su apogeo, tenía 36 años cuando se casó con un Alvear de 39.

Durante cuatro años no pisaron Buenos Aires. El regreso se produjo recién en 1911. Se encontraron con un medio hostil. Un incidente grave se produjo durante la fiesta de bodas de Elvirita de Alvear, en El Talar de Pacheco. Ninguna mujer le hablaba a Regina. Dicen que Marcelo, cuya fama de mujeriego siempre había sido amplia, le dijo a su esposa, indignado: "No te preocupés Regina, que a todas éstas yo les levanté las polleras". Que Alvear fuera así nunca le preocupó a Regina, porque sabía que siempre volvería con ella. Vivieron juntos durante 35 años. No tuvieron hijos, y ella lo acompañó, en las duras y en las maduras.

Fue el general Julio A. Roca quien rompió el cerco social cuando, en una recepción oficial, se acercó a Regina para conversar amablemente con ella. Desde entonces, la guerra contra la "advenediza" se atenuó.

En 1912, Marcelo fue elegido diputado. Su actuación no pasó de discreta. Era entonces muy mal orador (recién en su madurez adquirió la destreza y el gusto de hablar para multitudes). Cuando Hipólito Yrigoyen llegó a la presidencia, en 1916, nombró a Alvear ministro plenipotenciario en París. Secundado por Regina, su desempeño fue brillante: los principales políticos franceses –Raymond Poincaré, Georges Clemenceau– frecuentaban Coeur Volant. Cuando, en 1922, Yrigoyen designó sucesor –su palabra era orden para la convención radical–, el dedazo del Peludo recayó en Marcelo, algo que muchos no podían creer. Contaba Ramón Columba, taquígrafo parlamentario y caricaturista político, que la gente se decía: ¿Marcelo presidente? Y lanzaban una carcajada. ¿Por qué Yrigoyen eligió a Alvear como su sucesor? Es cierto que aquél tenía por Marcelo una debilidad personal, y apreciaba su energía y coraje, así como su inclaudicable optimismo. Los historiadores tienen diferentes explicaciones sobre el gesto de Yrigoyen, pero prevalece la idea de que quiso dejar en la Rosada a un hombre leal, y asegurarse de que, en 1928, al término de seis años, le devolviese el poder.

Marcelo parecía predestinado al éxito. Le tocó gobernar durante los años de bonanza que fueron de 1922 a 1928. La Argentina creció a buen ritmo y no hubo grandes conflictos. Fue la última década feliz de una Argentina opulenta. Presidió incontables inauguraciones, recepciones y fiestas. A su lado, Regina fue una primera dama discreta, que apoyó las actividades culturales con entusiasmo. Infaltable en las funciones del Colón, la pareja presidencial atravesó una época de fermentos creativos. Los jóvenes escritores apreciaban a un presidente que asistía a las lecturas poéticas en el Tortoni, frecuentado por vates vanguardistas como Jorge Luis Borges o comunistas como Raúl González Tuñón. En cuanto a Victoria Ocampo, con quien se dice que Marcelo tuvo un affaire, lo adoraba: lo definió como "un ser inverosímilmente perfecto".

Regina es recordada por una obra en la que se empeñó a fondo, con el pleno apoyo de su marido: la Casa del Teatro, inaugurada en 1938, un lugar para que los teatristas terminen con dignidad su vida. Hoy alberga a 46 pensionistas, incluida la viuda del mago Fu Man Chú.

¿Cuál fue el rol político de Regina? Es difícil decirlo, por el pudor y la discreción que la distinguían. Ella no creó un nuevo Marcelo, aunque la figura de Regina se agigantó durante los últimos diez años de Alvear, cuando la buena fortuna se trocó en infelicidad para el país y en duras pruebas para la pareja. Un biógrafo de Agustín P. Justo cuenta que este general, que fue el ministro de guerra de Alvear, había adquirido su chalet de la avenida Federico Lacroze, en Belgrano, para estar cerca de la que era entonces la residencia de los Alvear, y que frecuentaba cada día la casa del presidente para congraciarse con éste. La intuición de Regina le decía que había algo tortuoso en la sumisión de Justo, a quien no soportaba. En 1932, el gobierno surgido del golpe de Estado proscribió la candidatura de Alvear para favorecer a Justo. Ya en el gobierno, que ocupó de 1932 a 1938, Agustín P. Justo encarceló a Alvear en Martín García. Entonces afloró la fibra de Regina. Durante el terrible verano del ’33, que Marcelo pasó preso en un barracón de la isla, agobiado por los mosquitos y bañándose en una única canilla con otros centenares de detenidos políticos, Regina cruzó más de cincuenta veces el río en una barca, a veces desafiando furiosos oleajes, para llevar mudas, comida y aliento a su marido.

En 1938, los radicales proclamaron la fórmula Alvear-Mosca, y allí fue Marcelo, enhiesto aunque ya casi setentón, a recorrer el país como un principiante, hostilizado por las patotas conservadoras, la policía brava y algunos radicales yrigoyenistas que lo tachaban de traidor, mientras que ganaba la admiración de muchos argentinos por no claudicar en la lucha contra el fraude, ese flagelo que, finalmente, le birló el triunfo y consagró presidente a Roberto Ortiz. Alvear había perdido casi toda su fortuna, en parte por su vida de lujos y placeres, en parte porque la política se la había comido. Al morir, le quedaban Villa Regina, su residencia de Mar del Plata (hipotecada); Villa Elvira, en Don Torcuato (la hizo construir en 1942, la bautizó en recuerdo de su madre y sólo vivió allí quince días), un auto Buick ’41 y un capital de 150.000 pesos, cifra ya consumida por la inflación.

El 23 de marzo de 1942, Marcelo, fulminado por una crisis cardíaca, terminó sus días en Don Torcuato. A su lado, la mano en la mano, estaba Regina Pacini.

Ella lo sobrevivió largos años. Se refugió en Villa Elvira. Murió en 1965, a los 95 años. El día 23 de cada mes, Regina iba a la Recoleta y le llevaba a su marido un gran ramo de rosas blancas y rojas. Se sentaba en una sillita en el interior de la bóveda y pasaba largo rato allí. Sus labios se movían, las lágrimas le afloraban a los ojos como si hablara con Marcelo, como si pronunciara palabras de amor. .

miércoles, 2 de enero de 2013

Murió Günter Rössler, famoso por los desnudos

Rossler murió el lunes último como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio, informó hoy la agencia alemana de noticias DPA.

Nacido en Leipzig el 6 de enero de 1926, fue apodado "el Helmut Newton del Este" por sus "Chicas de la RDA" que saltaron a la fama con las revistas Magazin y Sibylle, pero que con la Reunificación y el éxito de revistas como Playboy pasaron al olvido durante décadas.

Sin embargo, esas mujeres desnudas -retratadas en blanco y negro con pose orgullosa y pensativa- volvieron a estar en el centro de las miradas con la publicación de la autobiografía ilustrada "Mujeres fuertes en el Este" y el estreno del documental "La genialidad del instante", sobre la vida del fotógrafo.

DIE GENIALITÄT DES AUGENBLICKS - DER FOTOGRAF GÜNTER RÖSSLER |