domingo, 15 de septiembre de 2013

Alberto Migré Creó el radioteatro y el teleteatro que fue emblemático

Felipe Alberto Milletari Miagro, como realmente se llamaba, decide adoptar el seudónimo de "Alberto Migré", al comenzar su carrera literaria.

Comenzó su carrera en radio, donde intervino en numerosos radioteatros y cobró enorme popularidad en los años sesenta.

Entre los mayores éxitos de su carrera se destacó Rolando Rivas, taxista (que se emitió entre 1972 y 1973 con Claudio García Satur y Soledad Silveyra en los papeles protagonistas) y Pobre diabla, al siguiente año con Soledad Silveyra, Arnaldo André y China Zorrilla.Durante sus últimos años Migré fue presidente de Argentores, la asociación que nuclea a los autores en Argentina.

En el 2001 fue nombrado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires. Falleció a los 74 años en Buenos Aires.


Sus obras. Entre radioteatros y telenovelas Migré tenía registradas más de 700 obras: "Rolando Rivas, taxista", que protagonizaron Claudio García Satur, Nora Cárpena y Soledad Silveyra; "Sin marido", con Patricia Palmer; "Sola", con Zulma Faiad, y "Leandro Leiva", con Miguel Angel Solá, "Una voz en el teléfono", "Mujeres en presidio" y "Piel naranja" son algunos títulos de una carrera rebosante de éxitos.

Migré no dejó de evocar como un privilegio la época en que cuando un espectador escuchaba una novela reconocía en los libros la mano de Abel Santa Cruz, Nené Cascallar, Alma Bressán o Alberto Migré. Eran épocas en que se podía descubrir al autor cuando el actor hablaba.

El año pasado y con motivo de la inauguración del nuevo auditorium Gregorio de Laferrere de Argentores, se presentó la pieza "íTal como somos!", escrita y dirigida por Alberto Migré, con las actuaciones de Irma Roy, Nelly Prince, Laura Bove, Cristina Tejedor, Raúl Filippi, Aldo Kaiser y Carlos Girini.

Migré también llevó adelante el resurgimiento del radioteatro durante tres años, en radio Belgrano.

Hombre crítico. En su momento, criticó la extensión desmesurada que tienen las historias televisivas, que pueden alcanzar más de 200 capítulos, si el rating les sonríe y los números también.

"En los 60, las telenovelas duraban 22 capítulos de media hora; era una delicia, tenías un plan, desarrollabas una historia con un ritmo y pautas precisas y después te ponías a pensar en otra historia", aseguró.

Su último trabajo. A modo de presagio se encontraba escribiendo el melodrama "Condenados al amor" para la televisión mexicana, que en su decir "tal vez esta sea mi última telenovela".

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